Marcha de solidaridad con Cuba, a 50 años de la Revolución.
México a 26 de Julio de 2009.
Marcha de solidaridad con Cuba, a 50 años de la Revolución.
LA REVOLUCIÓN CUBANA A 50 AÑOS.
Después de 50 años de agresiones, acoso, resistencia y adversidad, la Revolución Cubana se mantiene viva como una expresión de la posibilidad de otro mundo posible. Muchos son los detractores de la revolución, sin embargo, en el escenario general, el beneficio producido al pueblo cubano no tiene parangón y puede someterse al análisis más riguroso y salir avante. No digo aquí que la Cuba de hoy no tenga vicios y errores, no creo que nadie hable de que en Cuba se alcanzó ya la sociedad perfecta. Ni siquiera podemos hablar en términos absolutos de un socialismo en Cuba, a lo más podemos hablar de un socialismo en construcción. Pero esa construcción, esa perseverancia es hoy un referente y modelo que vale la pena ensalzar y reivindicar.
Desde este blog he publicado en varios momentos reflexiones, incluso ajenas que explican con mucha claridad lo que representa hoy la Revolución Cubana, en particular recomiendo la lectura del post 50 años de la Revolución Cubana. En este momento quiero reflexionar sobre aquello que sólo Cuba es capaz de concitar.
La marcha que cada año realiza el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba en coordinación con otras organizaciones locales y nacionales representa a lo más amplio del espectro nacional que podemos observar en movilización alguna. Rompe el sectarismo tradicional de la izquierda mexicana y agrupa desde la izquierda electoral hasta la izquierda anarquista; desde los sindicatos más revolucionarios hasta pequeños grupos que son oposición en sus representaciones sindicales; desde organizaciones de masas hasta grupos de intelectuales de izquierda que actúan en células pequeñas. En esta marcha cabemos todos y todos tenemos un espacio, plural, amplio y respetuoso porque lo que une es Cuba y en eso hay consenso.
Pero también se es capaz de expresar solidaridad desde la solidaridad. En esta marcha que nos hermana en Cuba repudiamos unánimemente el golpe de Estado militar en Honduras y exigimos el regreso a la legalidad en la nación hermana. Desde el templete habló también el padre de uno de los compañeros caídos en Sucumbíos, Ecuador, en manos del ejército colombiano, que con su voz dio voz a los anhelos tempranamente cortados de su hijo, quien sin duda, si no fuera por las huestes asesinas del uribismo proyanqui, hubiera estado con nosotros. En esa voz escuchamos la solidaridad con Cuba pero también el dolor por la injusticia y la exigencia del castigo a los culpables, así como el respeto a la libertad a la única mexicana sobreviviente, Lucía Morett. Se escuchó la voz de Atenco, que en otras ocasiones ha llegado en cintas gravas por la perseguida política América del Valle, y que hoy siguió diciéndonos, desde otra voz que Atenco está en pié de lucha. Y así como se escuchó la voz de Atenco, de lo más representativo de la Otra Campaña, se escuchó también la voz de un representante del PRD que a pesar de sus diferencias se supieron escuchar ambas con respeto en la hermandad que solo genera Cuba. Se habló desde una representación magisterial de Oaxaca con sabor a APPO y muchísimas organizaciones hicieron sentir su presencia.
Esto sólo lo logra Cuba.
Y es que en Cuba la salud es un derecho, no existen niños de la calle, la vivienda es una oportunidad para todos, así como el empleo, y la educación es un derecho universal a grado tal que son capaces de extenderlo incluso a otras latitudes, dando asilo educativo a miles de jóvenes de diferentes países del mundo, incluido Estados Unidos. Mientras tanto en México la UNAM anuncia que este año albergará a sólo el 6% de los solicitantes. El IPN al 23%. ¿Y los demás? Por desgracia, la educación en México no es para todos, como en Cuba.
A pesar de las carencias y limitantes, muchas de ellas provocadas o agravadas por el criminal bloqueo económico estadounidense, Cuba va y sigue siendo un referente mundial y un faro que alumbra el camino, aún distante, pero siempre posible, hacia una nueva sociedad.
Por último algo que también permite la marcha es reencontrarnos con aquellos de quienes no teníamos noticias por mucho tiempo pero que nos encontramos en este espacio de convergencia plural. En la movilización encontré a muchos amigos, muchos a los que pareció, admiro y respeto, muchos caminos que anduvimos juntos y que hoy siguen por diferentes derroteros pero una tendencia, si no idéntica, seguramente similar. Entre todos los amigos que encontré me dio un espacial gusto encontrarme con uno de los compañeros que más h sido vilipendiado en tiempos recientes por los medios de comunicación masiva y que pese a ello siempre se entregó con todo el corazón en la lucha por una sociedad mejor y en especial en defensa de nuestra máxima casa de estudios, la UNAM. Desde aquí un saludo a Alejandro Echeverría “el Mosh” con todo mi aprecio, amistad, admiración y respeto y a otro que no fue a la marcha pero al que recordé al ver a Alejandro y que le envío un saludo esté donde esté, mi querido hermano Rodolfo, ¡que tiempos aquellos!
Todo gracias a Cuba y por Cuba.